Con apenas dieciocho años de edad, Macarena Chiriboga tiene una notable trayectoria en la hípica, obtuvo su primera medalla olímpica el 20 de agosto de 2014 en los II Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing, China, y su talento promete mucho más.

Macarena obtuvo su clasificación en Rosario, Argentina durante el Sudamericano que se llevó a cabo en 2013, donde quedó en cuarto lugar.

Por quince días tuvo que prepararse sin su caballo, puesto que la organización olímpica había adquirido para la competencia caballos europeos que fueron sorteados para cada uno de los participantes. La destreza y experticia de Macarena, logró descifrar la manera ideal de montar a Brigan, un equino belga de temperamento “caliente”, muy rápido y difícil de controlar.

“En la equitación los resultados no dependen de uno, es un trabajo en equipo, entre caballo y jinete”, comenta Macarena.

Ella fue la única representante de Ecuador en su disciplina y la única en retornar al país con una medalla.

Desde la hazaña de Jefferson Pérez en Atlanta en 1996, hasta la última conquista de Macarena, el país ve nacer una generación de deportistas que ahora cuenta con el respaldo del Gobierno Nacional y que responde a sus necesidades.

Para la participación de la delegación ecuatoriana en las Olimpiadas de la Juventud, el Ministerio del Deporte invirtió USD. 234 810.

En Nanjing, Macarena obtuvo bronce en la modalidad de salto por equipos, lo anecdótico fue que no integró el equipo sudamericano, sino el de Norteamérica por decisión de la organización, debido a que un integrante de ese equipo estuvo imposibilitado de participar. Para Macarena, eso no afectó en lo absoluto su desempeño, ya que el nivel entre ambos equipos es similar.

La estancia de la delegación ecuatoriana (19 deportistas de 11 disciplinas) en el país asiático fue una experiencia enriquecedora a nivel cultural. Se enfrentaron a otro idioma, a una gastronomía exótica, a un ritmo de metrópoli, al mundo de oriente que para un latinoamericano es totalmente ajeno.

Entre las vivencias que Macarena compartió con el equipo ecuatoriano y con su madre, María Verónica Granja, quien la acompañó en su travesía, tuvo desde sustos hasta un encuentro que predijo su sitial en el podio.

Cuando arribó a Shanghái, su equipaje no aparecía. En medio de la confusión, le indicaron que posiblemente lo enviaron al lugar de la competencia. La preocupación invadió a Macarena, debido a que no podría competir sin su equipo: montura, casco y demás indumentaria. Luego de tres días la organización recuperó el menaje y pudo conseguir su objetivo.

Previo a su presentación, llegó al lugar de competencias el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, a quien Macarena pidió una fotografía juntos. Al hacerlo, él le obsequió el clásico pin de aros olímpicos y le dijo que se lo ponga al momento de la premiación. Efectivamente Macarena estuvo en el podio esa tarde y él le recordó su pronóstico.

En Quito, Macarena se prepara junto a Tauro, un equino que fue adquirido cuando era niña y con el que ha crecido en la hípica. Actualmente se encuentra en recuperación luego de una lesión que lo mantiene alejado de las competencias. Dentro de su equipo también está el palafrenero Xavier Irúa, él se encarga de atender a Tauro en todas sus necesidades y se ha vuelto indispensable para su recuperación.

Macarena tuvo que postergar un semestre su ingreso a la universidad por su compromiso olímpico, pero todavía no está segura qué carrera seguirá. Sus preferencias son el periodismo, las relaciones internacionales y la educación. Mientras tanto, se encuentra estudiando francés, una necesidad que se presentó durante sus viajes de competencia.

Macarena también es amante de la literatura en inglés, las novelas de John Green son sus favoritas. Títulos comoThe Fault in Our Stars o Looking for Alaska, ocupan su tiempo libre. Nunca se separa de su reproductor de música, sus géneros predilectos son el rock y el pop.

El sueño de la mayoría de deportistas es llegar a una olimpiada, la joven Macarena lo ha logrado y con laureles, sus metas y aspiraciones son cada vez más ambiciosas y de seguro Ecuador tendrá muchas medallas más con la quiteña. SB / Ministerio del Deporte

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Al final siempre se encuentra la recompensa