Pese al gran triunfo que obtuvo Samantha Arévalo en los III Juegos Suramericanos de Playa no deja la timidez de lado. Es algo que ya forma parte de su personalidad a pesar que sonreía antes y después de la competición.

La nadadora le dio la segunda medalla de oro al país en este certamen que se disputa en Vargas, Venezuela; haciendo a un tiempo de 2:20:17.90, con el que superó a la argentina Cecilia Biagioli (2:20:51.65) y a la brasilera Betina Martins (2:21:00.25).

Arévalo fue requerida por la prensa ecuatoriana e internacional y con timidez respondía las preguntas. Poco a poco fue agarrando confianza, pero nunca salió de su libreto. Con todos se mostró humilde y su respuesta, cuando le consultaron por el éxito de su logro, fue la misma.

“Sigo en proceso de aprendizaje. No me sentía favorita, esta prueba es de estrategia y se necesita de mucha experiencia. El grupo estuvo apretado hasta el final, además que el la temperatura del mar estaba buena, el clima si ha variado un poco”, explicó la ecuatoriana.

Con esta suma tres experiencias internacionales en aguas abiertas. Reconoce que sigue siendo algo nuevo para ella, pero asegura que puede dar mucho más en esta modalidad, por eso ya lleva tres años en Cuenca entrenando con los hermanos Enderica.

“Tuvimos un buen resultado para Ecuador, estoy muy contenta y agradecida por todo, especialmente a los Enderica que me han ayudado bastante”, señaló.

Mañana, Arévalo disputará la modalidad de 5000 kilómetros y, una vez finalizada su participación en estos Juegos, entrenará para la Copa Mundo de aguas abiertas de Portugal que se desarrollará en agosto; además del Mundial Absoluto de Piscina en Qatar, donde competirá en los 400 y 800 metros libres.