Discursos, salsa y pirotecnia marcaron la noche caleña

Con el ingreso de las 120 delegaciones participantes, arrancó la noche en el estadio Pascual Guerrero, escenario de la inauguración de los Juegos Mundiales Cali 2013, a llevarse a cabo del 25 de julio al 4 de agosto.
Tras recorrer la pista sintética de la cancha que cuenta con graderías para 40.000 personas, y recibir el aplauso del público que copo el estadio, los deportistas pudieron ubicarse en las gradas de la tribuna oriental para ser testigos del resto del show armado por un equipo que trabajó por cuatro años para recibir por primera vez a los Juegos Mundiales en Sudamérica.
El Himno Nacional de Colombia abrió el acto ceremonial que continuó con las intervenciones del presidente del Comité Organizador, Rodrigo Otoya, del Presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, el presidente de la Asociación Internacional de Juegos Mundiales, Ron Froehlich; y, el Vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón.
Quizá fue este último discurso el más emotivo de la noche, por su contenido, en el que se destacó la inversión de recursos humanos, y monetarios para la ejecución de estas competencias que son las más importantes realizadas en tierras colombianas. “Hicimos todo esto porque queremos que Cali vuelva a ser la capital del deporte del país, basta de vivir en la nostalgia, podemos regresar a Cali a lo que fue para nuestra nación”, concluyó el Vicepresidente.
Terminadas las palabras de las autoridades, se dio paso a una fiesta de colores, baile y pirotecnia. Danzantes y malabaristas coparon la cancha del Pascual Guerrero para efectuar coreografías, que eran acompañadas por imágenes reproducidas en un cubo rectangular del que también colgaban artistas realizando equilibrismo en telas.
La noche llegó a su máxima expresión con el baile de los ritmos típicos de la tierra como son la salsa y la cumbia, ejecutadas por más de 200 parejas ubicadas en los distintos ambientes implementados en la cancha.
Tras el último paso de baile, el cielo se encendió con cientos de juegos pirotécnicos, que con sus figuras y colores llamaron la atención de los presentes quienes no dejaban de aplaudir, hacer la ola y festejar la apertura de estos Juegos Mundiales.
Al final, un grito se escuchó en todas las tribunas, “se pasó Cali, se pasó”, con el que los colombianos dieron la bienvenida a los atletas y a la fiesta deportiva que mantendrá la vista del mundo deportivo centrada en Cali, la capital del deporte cafetero.